Una dieta rica en color también ayuda a cuidar la salud
El ecochef Alf Mota destaca la importancia de comer ecológico y variado, tanto en sabor como en color. La gama cromática de las distintas frutas, hortalizas y cereales indica la presencia de fitonutrientes, que contribuyen a potenciar los procesos antiinflamatorios, son antioxidantes y fortalecen las defensas
Un plato colorido, ¿es más saludable? La respuesta es sí: cuanta más variedad cromática, más diversidad nutritiva. La pigmentación de los alimentos no sólo les da un color determinado, sino que también indica la presencia de micronutrientes como las vitaminas, minerales o una amplia gama de fitonutrientes. Un contenido que se preserva todavía mejor en los productos de origen ecológico. Para reivindicar la importancia de mantener una dieta equilibrada y rica en color y sabor, Biocop, con más de 40 años de experiencia en la producción y distribución de productos biológicos, ha contado con la colaboración del ecochef Alf Mota, quién asegura que los platos coloridos, aparte de ser “más atractivos y sabrosos”, también son “una forma sencilla, alegre y fácil de seguir una dieta saludable, sostenible y equilibrada”.
¿Sólo hay que tener en cuenta frutas y verduras?
Todos los alimentos naturales son importantes de incluir de forma variada y equilibrada en nuestra alimentación. Los pigmentos indicativos de la presencia de determinados fitonutrientes no son exclusivos de las hortalizas y frutas, aunque es donde se encuentren en mayor medida. “Los cereales, los cuales es importante tomar integrales, son los que presentan una mayor cantidad de fitonutrientes y fibras dietéticas”, apunta Alf Mota, “hay cereales de varios colores, también hay colores en las legumbres, en los frutos secos y las semillas, especias o en las algas y en las hierbas aromáticas comestibles”.
Además, hay que tener en cuenta otras sustancias nutritivas que funcionan de forma beneficiosa para la salud si se combinan correctamente. “Las fibras, las proteínas, los hidratos, los lípidos, las vitaminas, los minerales y oligoelementos y, por supuesto, también los fitonutrientes, tienen relaciones entre sí”, explica el ecochef, “una correcta absorción y ejecución de sus funciones beneficiosas en el organismo no es un hecho aislado, depende de una buena combinación”.
Comer natural y ecológico
Los alimentos de cultivos ecológicos conservan su color y sabor originales, ya que durante su desarrollo no ha intervenido ningún agente químico que pueda alterarlo. Por ello, se podría decir que mantienen mejor sus propiedades naturales. “Hacen falta más apoyos para que se realicen más estudios independientes sobre el qué y en cómo consumimos en relación a la salud desde una perspectiva integral”, reivindica Mota. “La agricultura ecológica está comprometida con el planeta y con la salud de todos y es una evidencia que te hace sentir mejor en todos y para todos los sentidos”, concluye.
El pantone del verano
Cada hortaliza tiene su temporada de maduración, por lo que también podemos decir que las estaciones ofrecen su propia gama cromática. “Elegir alimentos vegetales de determinados colores nos ayuda a estar más en conexión con los ciclos de la vida y de la naturaleza”, apunta el ecochef. En este sentido, el rojo es el color del verano y está presente en muchas frutas y hortalizas que viven estos meses su máximo esplendor, como los tomates, los pimientos, las sandías, las cerezas o las uvas.
De hecho, los beneficios de cada color también han sido motivo de estudio. Los rojos, por ejemplo, indican la presencia del licopeno, lo cual tiene mucha relación con la salud cardiovascular. Los naranjas y los verdes oscuros indican betacarotenos, por lo tanto, protegen la piel y el sistema respiratorio. Los verdes tienen propiedades depurativas y aportan clorofila, algo que ayuda a regular el colesterol o la glucosa en sangre. Los blancos están relacionados con una buena respuesta inmunitaria y los azules y morados son, sobre todo, antocianinas, muy poderosas como antioxidantes y como estimulantes del cerebro, lo cual ayuda a mantener una buena salud mental.
“Todos los colores deben estar presentes y potenciar unos u otros en relación con la temporada y/o las necesidades dieto-terapéuticas de cada persona”, indica Alf Mota, “pero destacaría la importancia darle mayor protagonismo al color verde por su ayuda en facilitar los procesos depurativos del organismo”.