Sección: Salud Publicación: Revista nº 140
Parálisis de Bell o facial: síntomas y cómo se trata
La parálisis de Bell, una condición médica temporal, causa debilidad o parálisis de los músculos faciales de un solo lado de la cara generalmente. Afortunadamente, no es muy común ni pone en peligro la vida, pero para aquellos que se ven afectados, puede ser bastante aterradora, especialmente cuando la desarrollan por primera vez
Nombrada en honor al cirujano escocés Charles Bell, quien describió por primera vez la afección en 1821, la parálisis de Bell es el resultado de un problema con el nervio facial (el nervio que controla los músculos de la cara). También conocida como parálisis facial idiopática, es la causa más común de parálisis del nervio facial, que es el nombre que se le da a la pérdida de movimiento de los músculos faciales.
Otras causas de parálisis del nervio facial incluyen: derrame cerebral, enfermedad de Lyme, síndrome de Ramsay-Hunt, sarcoidosis, tumor del nervio auditivo (neuroma acústico) o glándula salival, cirugía para extirpar un tumor del nervio auditivo o de la glándula salival y traumatismo craneal o facial (causado por una lesión, por ejemplo).
¿Cómo se adquiere la parálisis de Bell?
Cualquiera puede desarrollar la parálisis de Bell, pero algunas de las cosas que ocasionan un mayor riesgo de desarrollarla incluyen:
- La edad (las personas de entre 15 y 60 años tienen más probabilidades de desarrollarla)
- Tener una afección médica existente: diabetes, sistema inmunitario debilitado, obesidad, presión arterial alta, esclerosis múltiple o afección de las vías respiratorias superiores.
- Embarazo (se cree que las mujeres embarazadas tienen tres veces más probabilidades).
¿La parálisis de Bell es hereditaria?
Existe alguna evidencia que sugiere que puede haber una predisposición hereditaria a desarrollarla, ya que una revisión de 230 pacientes consecutivos con parálisis de Bell reveló una incidencia del 6% de antecedentes familiares. Está comúnmente documentado que aquellos que tienen antecedentes familiares de la afección tienen más probabilidades de desarrollar la afección más de una vez.
Síntomas de la parálisis de Bell
Regularmente los síntomas aparecen en unas pocas horas o un par de días y, generalmente, alcanzan su punto máximo alrededor de las 72 horas. Algunos expertos plantean que ciertas personas experimentan dolor de oído o se sienten cansadas y agotadas antes de que comience el síntoma más común: debilidad/parálisis facial (alrededor del 70%). La mayoría de las personas con parálisis de Bell experimentan debilidad/parálisis facial en un lado de la cara, pero aproximadamente el 1% de los casos ven afectados ambos lados.
Las formas y gravedad en que afecta dependen de la gravedad del daño del nervio facial:
- Caída de un lado de la cara (por lo general, caída de la ceja y/o el párpado inferior, de una comisura de la boca y pérdida del pliegue naso labial (pliegue que se extiende desde el lado de la nariz hasta la comisura de la boca).
- Problemas para cerrar el ojo en el lado de la cara afectado (esto puede causar dolor e incomodidad en el ojo, ojo seco y producción excesiva de lágrimas).
- Músculos de la frente y las mejillas paralizados.
- Problemas del habla: algunas palabras pueden decirse con dificultad, ya que se necesitan músculos en ambos lados de la cara para pronunciar ciertos sonidos o letras (B y P, por ejemplo).
- Goteo nasal en el lado afectado (causado por la pérdida del control de los músculos alrededor de la nariz).
Otros síntomas incluyen:
- Dolor o molestia leve cerca de la oreja del lado afectado de la cara, que durara unos días.
- Pérdida del gusto en un lado de la lengua.
- Dificultades para masticar o boca seca.
- Goteo del lado afectado de la boca.
- Entumecimiento u hormigueo en la mejilla y/o la boca.
- Dificultades auditivas, incluidos los sonidos normales que parecen más fuertes de lo normal, sintiéndose inusualmente incómodos (hiperacusia).
¿Cuánto dura la parálisis de Bell?
Afortunadamente es una afección temporal, aunque se estima que de 5 a 10 personas de cada 100 que la padecen quedan con una leve debilidad permanente. Por otra parte, los expertos están divididos sobre cuánto dura en aquellos que se recuperan por completo, ya que unos afirman que la mayoría de las personas mejoran en nueve meses y otros que la recuperación completa de la parálisis de Bell generalmente ocurre dentro de los tres o cuatro meses.
La recuperación completa también suele ocurrir sin tratamiento, aunque recibir tratamiento lo antes posible (dentro de las 72 horas posteriores al inicio de los síntomas) hace que la recuperación completa sea aún más probable. De hecho, debería notar que sus síntomas comienzan a mejorar en unas pocas semanas, incluso sin tratamiento. Sin embargo, un pequeño número de personas puede experimentar otro episodio de parálisis de Bell a los pocos años del episodio inicial, especialmente si la afección se presenta en familia cercana. Cuando ocurre una recurrencia, la parálisis de Bell puede afectar cualquier lado de la cara (es decir, no necesariamente el mismo lado que antes).
¿Hay alguna complicación asociada con la parálisis de Bell?
La mayoría de las personas que desarrollan parálisis de Bell no presentan complicaciones si se recuperan por completo. Sin embargo, algunas personas que tuvieron un caso grave pueden experimentar:
- Daño permanente al nervio facial, de la visión u ojo seco.
- Sincinesias: una condición en la que una parte de su cara se mueve involuntariamente cuando mueve otra (el ojo del lado de la cara que se vio afectado puede cerrarse cuando sonríe, por ejemplo).
- Problemas de salud mental como estrés, ansiedad, depresión o baja autoestima.
Sin embargo, la buena noticia es que la parálisis de Bell no afecta ninguna otra parte de su cuerpo, incluyendo el cerebro.
¿Debería ver a su médico?
Si bien los síntomas de la parálisis de Bell mejoran por sí solos, sigue siendo una buena idea consultar al médico rápidamente, ya que el medicamento utilizado es más efectivo si comienza a tomarlo dentro de las 72 horas posteriores a la aparición de los primeros síntomas.
Es posible que el médico también quiera realizar algunas pruebas para descartar otras afecciones más graves (como un accidente cerebrovascular), si el diagnóstico no es claro. Las pruebas pueden incluir análisis de sangre para detectar afecciones como la enfermedad de Lyme y la sarcoidosis, o exploraciones para descartar otras causas de daño nervioso y accidente cerebrovascular.
Los principales tratamientos para la parálisis de Bell incluyen medicamentos con esteroides, medicamentos antivirales y tratamientos relacionados con los ojos. También terapia física, rehabilitación del nervio facial, masajear la cara para mantener los músculos saludables, inyecciones de Botox (para ayudar con la apariencia estética en aquellas personas afectadas con espasmos musculares faciales y cirugías) y terapias psicológicas.
Vivir con parálisis de Bell
- Es importante que descanse lo suficiente.
- Usar un paño tibio o una bolsa calentada, incluso una botella de agua caliente, puede ayudar a aliviar el dolor si lo coloca en el área afectada (asegúrese de que lo que use esté tibio, no caliente).
- Beber a través de una pajita, ya que si su boca está lastimada puede que le resulte difícil beber de un vaso.
- Intente comer alimentos blandos si tiene dificultades para masticar.
- Descansar y relajarse tanto como pueda, ya sea meditar, hacer ejercicios de respiración profunda o simplemente darse un largo baño tibio.
- Hable al respecto, trate de no aislarse mientras se está recuperando.
- Evite entornos que puedan causar irritación ocular (ambientes polvorientos, por ejemplo).
- Concentrarse en el futuro, recuerde que es poco probable que sus síntomas duren para siempre.
Dieta: una dieta nutritiva y equilibrada siempre es una buena idea, centrándose en los alimentos que reducen la inflamación y evitar aquellos que la pueden empeorar.
Nutrientes o complementos que pueden ser beneficiosos.
- L-carnitina: un aminoácido que las personas que practican deportes y ejercicio suelen utilizar en forma de suplemento, se encuentra en alimentos como la carne de res, el pescado, el pollo, la leche y el queso. Un estudio anterior sugiere que la carnitina puede ser útil para los síntomas de la parálisis de Bell si se toma junto con tabletas de esteroides, ya que puede ayudar a que el nervio se recupere más rápidamente.
- Vitamina B12: también puede ayudar a que el nervio facial se recupere más rápidamente. Otro estudio anterior encontró que tomar B12 junto con esteroides, o sola, ayudó a reducir significativamente el tiempo de recuperación en comparación. La vitamina B12 se encuentra en alimentos como la carne, el pescado, el queso, los huevos y la leche, así como en algunos cereales fortificados para el desayuno.
- Ginkgo biloba: varios estudios sugieren que este remedio a base de hierbas puede ayudar a proteger los nervios, aunque desafortunadamente, estos tienden a ser ensayos en animales y en laboratorio, que son menos sólidos que los ensayos en humanos.
- Magnesio: este importante mineral es necesario para una variedad de funciones dentro del cuerpo, incluido el funcionamiento muscular saludable. Algunas investigaciones también sugieren que puede ayudar a regenerar los nervios dañados, por lo que puede haber beneficio tomando un suplemento. También puede intentar agregar más alimentos ricos en magnesio a su dieta, como espinacas, nueces, pan integral, frijoles, legumbres, chocolate negro, aguacates, leche y yogur.
- Vitamina C: los resultados de los ensayos son mixtos, pero los expertos que presentan un estudio de caso en la revista de acceso abierto Cureus sugieren que los niveles de vitamina C en personas con parálisis de Bell pueden ser muy bajos, y que es recomendable controlar los niveles de la vitamina en todos los casos de la afección También sugieren que se debe alentar, a las personas en riesgo de desarrollar parálisis de Bell, a que aumenten su consumo de alimentos ricos en vitamina C, como bayas, pimientos, cítricos, kiwi, tomates, brócoli y coliflor.
- Cúrcuma: la curcumina brinda varios beneficios para la salud, incluida la ayuda para reducir la inflamación. Una revisión publicada afirma que, a nivel molecular, la curcumina suprime varias vías de señalización celular involucradas en la inflamación, lo que sugiere que tiene propiedades antiinflamatorias. Otros estudios también han demostrado que la curcumina ayuda a reducir la inflamación en varias afecciones médicas diferentes (aunque no se han realizado estudios sobre el papel específico de la curcumina en la parálisis de Bell).
Por Departamento Técnico de Lamberts Española