Sección: Una tienda modelo
Publicación: Revista nº 137
Hierbicas, 20 años al servicio de los habitantes de Utebo, en Zaragoza
En el pueblo de Utebo, a pocos kilómetros de Zaragoza, se encuentra el Centro de Orientación Natural Hierbicas, regentado por Begoña Gracia. Con casi 20 años acercando la salud natural a los vecinos del pueblo, ha logrado hacer frente a los cambios en el sector sin perder un ápice de cercanía, cordialidad y experiencia
En el centro del pueblo maño de Utebo, en el número 1 de la calle Venezuela, se ubica el Centro de Orientación Natural (C.O.N.) ‘Hierbicas’, un lugar donde Begoña Gracia Eza, técnico superior en Dietética y Nutrición, ejerce como dietista y naturópata desde hace 20 años. Begoña es una apasionada de las Terapias Naturales y, actualmente, además de la mencionada titulación como técnico superior, también cuenta con diplomas como especialista en Fitoterapia y Suplementación, naturópata, practicante de Flores de Bach y quiromasajista, además de estar cursando el Máster de Aromaterapia en el Instituto Enrique Sanz de Bascuñana.
En Hierbicas se pueden encontrar todo tipo de complementos naturales, alimentación ecológica y productos de cosmética natural, así como un servicio de creación de canastillas para bebés llamado Melamoon Bebé. También son especialistas en la preparación de regalos relacionados con la Salud Natural. Además, disponen de servicios de dietista, tanto a nivel general como materno-infantil, reflexología y quiromasajista. Todo ello ofrecido por un equipo conformado íntegramente por mujeres.
Aunque hace unos años, cuenta Begoña, era más común que la gente asociase los herbolarios con “perder peso” y entonces los quemagrasas, drenantes, saciantes, eran los productos más demandados, en la actualidad el público ha entendido que en Hierbicas pueden cuidar su salud de una manera global. Ha notado, en tiempos más recientes, un impulso en el sector del cuidado infantil, que les ha incitado a especializarse más en ello. La explicación que nos ofrece es que saber que hay otras opciones complementarias para cuidar la salud de los niños da mucha tranquilidad a los padres, que valoran cada vez más la prevención y la suplementación natural para los pequeños de la casa. También cree que el hecho de que ella misma tuviera un hijo tres años después de abrir la tienda ayudó a que la gente del pueblo se “fiara” más de cuidar a sus hijos del mismo modo que hacía la propia “herbolaria”.
Un camino de más de 20 años
Hierbicas abrió en agosto de 2004, hace ya casi 20 años. El nombre del local viene de una anécdota privada: “Se le ocurrió a un amigo que en una cena bebió un poco más de la cuenta y cuando le dijimos, mi marido y yo, que íbamos a abrir un herbolario le salió sólo lo de llamarlo Hierbicas (que es como muy maño y aquí en Zaragoza, lo utilizamos como un diminutivo cariñoso); y así surgió el nombre, y en pocas semanas vio la luz el proyecto”.
La tienda se ha mantenido muy similar a cómo estaba en aquellos comienzos, e incluso el equipo humano de aquellos primeros años se mantiene, con Begoña siempre al frente, pero con el tiempo se ha ido convirtiendo en un gabinete multidisciplinar y cada integrante se apoya en el conocimiento y la experiencia de las demás. También cuentan con profesionales externos en psicología que proporcionan ayuda en caso de necesidad.
El proyecto surgió mientras Begoña estaba cursando la carrera de Fisioterapia, cuando, a punto de empezar el segundo curso en la facultad, conoció a una naturópata que le descubrió el mundo de la Medicina Natural. Al principio fue un choque enorme darse cuenta de que había un mundo más allá de los antiinflamatorios químicos y medicamentos convencionales, así que decidió abandonar la carrera y comenzar el camino de la Salud Natural y, 24 años después, todavía continúa en él con la misma ilusión que al principio.
En un primer momento, Begoña trabajaba haciendo dietas para un laboratorio pero decidió que no quería quedarse sólo en la pérdida de peso, por lo que ha ido complementando su título de Dietista con formaciones (todas ellas encaminadas hacia la Naturopatía). Ahora, aparte de regentar su Herbolario, se dedica a ofrecer consultas de Naturopatía y de Dietética Integrativa y a dar charlas sobre alimentación y salud.
Todos estos años, por supuesto “no han sido un camino de rosas”, aclara, puesto que se ha enfrentado, como muchos compañeros del sector, a la desinformación de lo que en realidad son las Terapias Complementarias. Considera que cada cierto tiempo, el sector sufre campañas de desinformación que generan confusión a sus clientes y descrédito a los profesionales del gremio, pero también se considera una persona optimista y con las espaldas ya muy anchas de remar contra corriente, lo que le lleva a pensar (apoyada en los datos), que cada vez la gente está más concienciada de que tiene que cuidarse y que hay alternativas y complementos naturales para hacerlo. Para Begoña, los meses largos de pandemia fueron un gran problema a nivel de negocio, pero fueron uno de los denominados “esenciales” y pudieron seguir abiertos y ayudando a su clientela.
Con el tiempo, el local de Hierbicas no ha cambiado demasiado puesto que, a los tres años de comenzar con el negocio, Begoña lo adquirió y lo reformó a su gusto, y ha mantenido la misma esencia, “con pequeños retoques y actualizaciones, claro” matiza la propietaria.
El mayor cambio que ha notado es, por supuesto, la llegada de Internet y los grandes distribuidores, que han impactado seriamente en los pequeños comercios. Cuenta que, al principio de esta revolución tecnológica había quien pensaba que con la Salud, los clientes no se atreverían a “jugársela” comprando con sólo leer una breve descripción en una página online y que siempre acudirían a los profesionales y los centros especializados, pero no ha sido el caso y se ha sentido el golpe en los comercios locales. Aun así, Begoña considera que esta tendencia se va a revertir y ya no se comprará sólo por precio, sino que se buscará el asesoramiento de los profesionales y la atención personalizada.
El valor del herbolario tradicional
Desde su experiencia, lo que más valoran los clientes es el trato cercano y los conocimientos especializados del equipo. Todavía existen los que valoran que les llamen por su nombre y, en su caso, con 20 años asentada en el mismo lugar, ha visto a sus hijos crecer, y conoce a sus clientes tanto que puede ayudarles casi antes de que abran la boca. Por supuesto, la formación es vital para mantenerse en el sector, porque la Salud y las Terapias Naturales, están en continuo cambio y descubrimiento, y se necesita estar al día tanto a nivel estudios, como a nivel de formación específica de los compuestos que tenemos en las estanterías.
La clientela de Hierbicas ha ido cambiando en estos 20 años. Hace unos 15 años, era la gente más mayor la que se acercaba, sobre todo mujeres de más de 55 años a quienes ya sus padres les habían inculcado el uso de la medicina natural para su cuidado y el de sus familias. Desde entonces, la clientela ha ido cambiando a gente más joven, algunos de ellos continúan con las enseñanzas de sus padres y abuelos, y otros han conocido el sector por redes sociales o Internet. Esto último para Begoña tiene ciertos riesgos: si no sabes de Medicina Natural (como de otras cosas), Internet te puede ayudar, pero también desinformar, y mucha gente acude a su tienda con ideas muy equivocadas que han visto o les han dicho en redes sociales. Por eso, aconseja tener cuidado con la información que buscamos en Internet, ya que los errores en materia de salud se pueden pagar caros.
Mirando hacia el futuro
Cuando se le pregunta por el futuro de su negocio, Begoña lo tiene muy claro: seguirá siendo como hasta ahora, un lugar de encuentro, de personas que confían en la profesional que les atiende a diario y que saben y están seguros (bien por el trabajo que he hecho estos 20 años o porque ellos mismos se han convencido por sus propios medios) de que existe otra manera de cuidar su salud y la de sus familias. Cree que la confianza que ha generado en estos años supone que se seguirán acercando a hablar con ella y con su equipo, tener un momento de charla en el mostrador o en el despacho y que será como siempre ha sido, un lugar cercano y profesional.
Considera Begoña que cada vez y de manera más rápida, “lo frío y lo impersonal, se está adueñando del día a día de las personas, sobre todo en cuanto al consumo se refiere y esto, si lo dejamos entrar en nuestras vidas, acabará con las pequeñas tiendas de barrio”.
Al frente de este cambio, que ya está ocurriendo, se encuentran las grandes páginas web que se están erigiendo como los nuevos herbolarios 2.0. Pero, como nos ha comentado a lo largo de esta entrevista, su esperanza es la de poder hacerse mayor trabajando en su tienda, en lo que le apasiona y que haya gente que valore el roce, la cercanía y el cara a cara. Aunque tiene claro que es un futuro que puede sonar algo romántico.