Sección: Ecologia Publicación: Revista nº 134
La sequía, uno de los eventos climáticos más perjudiciales
Puede tener graves consecuencias en la sociedad y la economía y afectar a cualquier parte del mundo, desde los trópicos hasta los polos
La sequía es un fenómeno natural que ocurre cuando hay una falta de precipitación durante un período prolongado de tiempo o cuando la cantidad de precipitación que cae en una región es significativamente menor de lo que normalmente se espera. Este evento climático puede tener graves consecuencias en todo el mundo, desde la producción de alimentos para personas, animales y plantas y la disponibilidad de agua potable hasta incidir de forma negativa en la salud humana.
Hay una gran variedad de factores que pueden influir a la hora de que se produzca una sequía, entre los que destacan: la falta de lluvia, la evaporación excesiva del agua o la sobreexplotación de los recursos hídricos. Esto puede desembocar en graves consecuencias en la sociedad y en la economía tanto a nivel regional como mundial. Uno de los impactos más significativos es la disminución de la producción de alimentos. La falta de lluvia reduce la cantidad de agua disponible para el cultivo de plantas, lo que puede llevar a la pérdida de cosechas y la disminución de la producción de alimentos. En algunas regiones del mundo, la sequía también puede aumentar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y el cólera.
La falta de agua también puede reducir la producción de bienes y servicios, lo que a su vez puede afectar negativamente en el crecimiento económico. La sequía también puede aumentar el coste de los alimentos, lo que puede tener un impacto desproporcionado en las personas más pobres.
Problema humano a nivel mundial
La escasez de agua es un fenómeno natural, pero también puede ser un fenómeno inducido por los seres humanos, según la Organización de las Naciones Unidas (UNESCO). Aunque hay suficiente agua dulce en el planeta para satisfacer las necesidades de una población mundial de cerca de siete mil millones de personas, su distribución es desigual tanto en el tiempo como en el espacio, y mucha de ella es desperdiciada, contaminada y manejada de manera insostenible.
Cerca de una quinta parte (1.200 millones) de la población mundial de 6 mil millones de personas, habita en áreas que enfrentan escasez de agua, y otro cuarto de la población mundial (1.600 millones) enfrenta recortes en el suministro de agua debido a que carecen de la infraestructura necesaria para tomar agua de los ríos y acuíferos, tal y como detallan en la Organización Naciones Unidas (ONU). La escasez de agua representa para muchos países el desafío más acuciante para el desarrollo socioeconómico y humano en general.
La degradación de la calidad del agua también es un problema que contribuye a la escasez de este recurso. Este es un aspecto importante en el manejo de los recursos hídricos. El último Informe presentado por las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo (WWDR), abordó cuestiones relativas a cómo gestionar los recursos del agua correctamente y el saneamiento. En el documento se proporciona a los responsables de la toma de decisiones de cada país, los conocimientos y herramientas necesarias para formular y aplicar políticas sostenibles en materia de agua. Para ello, se aportan ejemplos de éxito validados y se ofrece un análisis en profundidad orientado a estimular ideas y acciones que lleven a una mejor gestión de este preciado recurso.
La sequía en España
El Gobierno de España impulsó el Pacto Nacional por el Agua como una iniciativa para buscar un acuerdo político y social sobre la gestión del agua en todo el territorio español. El objetivo del pacto es dar respuesta a los principales retos hídricos, como la atención al déficit hídrico, el cumplimiento de los objetivos ambientales, la activación de los planes de gestión de riesgos de inundación y la estabilidad financiera del sistema español del agua.
El Pacto Nacional por el Agua se basa en cuatro ejes principales:
1. La planificación hidrológica.
2. La modernización de las infraestructuras hidráulicas.
3. La gobernanza del agua.
4. La financiación del ciclo integral del agua.
Con el compromiso de establecer un cauce de comunicación permanente mientras persista esta situación de sequía, en la reunión participaron, de forma presencial o telemática: representantes de todas las comunidades autónomas; las organizaciones profesionales agrarias: Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG); la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de España y la Federación Nacional de Regantes de España, además de representantes de los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica.
La Mesa se ha constituido como un foro técnico de diálogo, coordinación y cooperación interadministrativa de las diferentes medidas autonómicas y de ámbito nacional. Su objetivo es ser un instrumento de canalización de las distintas propuestas de actuación planteadas.
En el transcurso de la reunión se pusieron en común los informes de precipitaciones y disponibilidades, se hizo un análisis de la situación general y particularizada en las distintas comunidades autónomas y se presentaron propuestas que ahora deberán analizarse.
Medidas para atajar la sequía
El Consejo de Ministros aprobó en el mes de mayo un Real Decreto-ley a petición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que contempla una inversión de 2.190 millones de euros para afrontar la sequía y aumentar la disponibilidad de recursos hídricos. De esta cantidad, el MITECO aportará 1.400 millones para construir nuevas infraestructuras, como plantas desalinizadoras, duplicar la reutilización de aguas urbanas, y reducir los cánones y tarifas de las explotaciones agrarias afectadas.
El Gobierno ha presentado también una nueva serie de medidas apoyo al sector agrario que mitiguen los efectos de la sequía sobre la producción agrícola y ganadera:
- Medidas fiscales: como la exención del IVA rústico para las explotaciones afectadas por la sequía.
- Medidas laborales: el aplazamiento del pago de cuotas de la Seguridad Social, o la reducción del número de peonadas.
- Medidas financieras: la concesión de créditos bonificados o avales para facilitar la liquidez de los agricultores y ganaderos.
- Medidas hidrológicas: la declaración de zonas afectadas por emergencia de sequía, la modificación de las reglas de explotación de los embalses o la autorización de obras urgentes para garantizar el abastecimiento.
Además de estas medidas urgentes, se están impulsando otras acciones a medio y largo plazo para mejorar la gestión del agua y adaptarse a los efectos del cambio climático. Algunas de estas acciones son:
- La revisión de los planes hidrológicos de cuenca y los planes especiales de sequía, para incorporar criterios de sostenibilidad y eficiencia en el uso del agua.
- El desarrollo del Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización (Plan DSEAR), que tiene como objetivo aumentar el porcentaje de reutilización del agua depurada del 13% al 25% en 2027.
- El impulso al Pacto Nacional por el Agua, que busca el consenso político y social para abordar los retos hídricos del país desde una perspectiva integrada y solidaria.
- La participación en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del ciclo integral del agua para el regadío, que pretende modernizar las infraestructuras y tecnologías del riego para reducir el consumo de agua y energía.
Reservas de agua
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico realiza, asimismo, un seguimiento mensual de la situación de sequía en todas las Demarcaciones Hidrográficas Intercomunitarias. La sequía prolongada, muy relacionada con la habitualmente conocida como sequía meteorológica, se produce directamente por la falta de precipitaciones, que ocasiona que los caudales circulantes se reduzcan de forma importante, y por tanto puedan no cumplirse los caudales ecológicos de situación normal, siendo entonces de aplicación los caudales ecológicos definidos normativamente para situación de sequía prolongada.
A fecha 22 de mayo, el volumen de agua embalsada en la cuenca es de 26.726 hm 3, lo que supone un almacenamiento del 47,7% respecto de su capacidad máxima, aún por debajo del valor medio de los últimos 5 años. En el conjunto de los 6 meses transcurridos del año hidrológico, el valor global de la precipitación es de 332 mm, un 17,5% inferior al valor medio del mismo periodo de referencia del año anterior.
La escasez (también conocida como sequía hidrológica) está relacionada con los posibles problemas de atención de las demandas. Suele presentarse diferida en el tiempo respecto a la sequía meteorológica o incluso no llegar a producirse, por la gestión hidrológica que puede llevarse a cabo en nuestros sistemas o por no existir demandas importantes en un sistema. Sus indicadores son, por tanto, los que definen los problemas que puede haber con respecto a abastecimientos, regadíos, etc.
¿Cómo atajar la sequía desde casa?
La sequía es un problema grave, por eso, es importante tomar medidas para prevenir y mitigar sus efectos, tanto a nivel colectivo como individual. Desde casa, podemos contribuir a ahorrar agua y a usarla de forma más eficiente y responsable. La Fundación Aqua detalla algunos consejos prácticos para ayudar a combatir la sequía desde los hogares:
- Cerrar el grifo cuando no se necesite: por ejemplo, mientras te lavas los dientes, las manos o la cara, o mientras friegas los platos.
- Usar los electrodomésticos cuando estén llenos.
- Instalar dispositivos de ahorro de agua en los grifos: los limitadores de caudal, los aireadores o los perlizadores, reducen el volumen de agua sin disminuir la presión.
- Revisar periódicamente las instalaciones y reparar las fugas: un grifo que gotea o una cisterna que pierde agua pueden suponer un derroche de cientos de litros al año.
- Recoger y reutilizar el agua siempre que se pueda: se puede colocar un cubo en la ducha mientras se espera a que salga el agua caliente y usar después para regar las plantas, fregar el suelo o llenar la cisterna. También se puede aprovechar el agua de lluvia colocando recipientes en el exterior o instalando sistemas de captación y almacenamiento.
- Consumir productos locales y ecológicos: tienen una menor huella hídrica y son más respetuosos con el medio ambiente.